jueves, 2 de febrero de 2012

Fósiles vivientes.

A veces en la naturaleza, se dan casos que desafían a la evolución, si, me refiero a especies que evolucionaron, pero hasta un determinado momento, que dejaron de hacerlo, y logran llegar a la actualidad desde tiempos geológicos remotos, cuyos ancestros iguales a los actuales aparecen "fotografiados" en la roca.

Hay numerosos ejemplos, tal vez el más famoso es el Celacanto, pez pescado en 1938 en la costa oriental de Sudáfrica  y que se creía extinto desde hace más de  80 m.a. El asombro de la comunidad científica fue absoluto. La pesca del Celacanto fue confirmada con la captura de más ejemplares, y empezaron a encontrarse en otros lugares como en el océano Indico.

Otro ejemplo en el Reino Vegetal es el Gikgo biloba, con modificaciones que podemos seguir más allá del Mesozoico.
Se ha preservado en Asia, aunque a día de hoy los podemos observar en casi todos los jardines del mundo.
 A la izquierda podemos ver el ejemplar de este árbol fósil, en la roca, con las hojas en color negro.
A la derecha una fotografía actual del mismo ejemplar, los puntos en común son evidentes al observar las hojas con su elegante forma en abanico, partido a la mitad.

 También los cocodrilianos llegan a la actualidad desde el Mesozoico, como algunos reptilianos y los tiburones que han llegado a la actualidad con modificaciones desde el Paleozoico.
Estos seres vivos no son zombis, sino parientes lejanos de sus ancestros, es decir ¡¡no siguen vivos desde hace 100 m.a.!!



Pero hoy, la gloria se la lleva Posidonia oceánica que científicos españoles del CSIC, han descubierto y descrito, localizada en Formentera. Con 100.000 años de antigüedad esta planta marina, ha conocido todo tipo los tipos de cambios climáticos que conocemos de origen astronómico: los famosos ciclo de Milankovitch con fluctuaciones de 1000, 10.000, y 100.000 años.

Está claro que la naturaleza no deja de asombrarnos y desafiarnos.


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