Ayer conocimos el nombre del nuevo ministro de Medio Ambiente, bueno en realidad ahora el nombre de este ministerio es Agricultura Alimentación y Medio Ambiente; este matiz creo que explica lo que van a ser en principio los próximos cuatro años de gobierno en el campo ambiental.
Se ha perdido una oportunidad histórica (otra vez) de haber nombrado a alguien más competente para el cargo. Arias Cañete es abogado de profesión, algunos me responderán que lo que importa es que sea buen gestor, sin embargo, yo respondo que para el ministerio de economía no colocamos a un psicólogo por muy buen gestor que sea, por cierto en economía Mariano Rajoy ha colocado a un tecnócrata (profesional de prestigio en su campo), ya podía haber hecho lo mismo en Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Además a mi personalmente, considero que esto de los gestores deben siempre estar en segundo plano; porque gobernar en la cartera de Medio Ambiente significa afrontar momentos críticos, sin que estén los asesores cerca (todos recordamos al Prestige y a Cascos de caza, cuando tubo que tomar una decisión para la que no estaba preparado por no hablar del caso de Aznalcóllar...), también me preocupa el excesivo perfil de licenciados en derecho, en los Ministerios en general, porque una cosa es legislar y otra distinta gobernar. Hay ténicos de buen nivel y de prestigio internacional, en España relacionados con el medio ambiente, de todas sus ramas: naturalistas, (biólogos y geólogos), ingenieros (de montes, forestales, agrónomos...) por no contar con los licenciados en medio ambiente, todos estos profesionales estarán siempre más próximos y conocedores de la situación en general de nuestro país en el ámbito natural.
Un viejo proverbio marino, estipula que al buen Capitán se le conoce en momentos de tormenta y no de paseo un día soleado con chicas a bordo en bikini, pues bien, que Dios no lo quiera, pero veremos si el señor Cañete puede tomar una decisión acertada en un momento crítico y en segundos sin asesores. Este es precisamente el peligro de los gestores en primera linea, que cuando están en esa situación el terror les atenaza debido a su ignorancia. De todas formas espero equivocarme con este prejuicio, y le deseo los mejores augurios al nuevo ministro de Medio Ambiente.
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