martes, 20 de diciembre de 2011

Solsticio

Se acerca el solsticio de invierno, en el hemisferio norte, momento en el que los días comienzan a crecer. También dicha fecha se aproxima a un fenómeno que hace un siglo se repetía puntualmente cada año y que actualmente sucede aproximadamente cada 5: el fenómeno de el Niño.


Dicho evento, es considerado por la prensa en general como un hecho aislado, de efectos locales y como producto de la alteración humana (como la disminución de pesca, lluvias intensas al norte de Sudamérica etc...) pero en realidad, tiene efectos en todo el Pacífico e incluso globales y su origen no es antrópico. Parece ser que el calentamiento global ha producido su alteración en periodicidad e intensidad, alterando un ciclo natural, hasta tal punto que la situación habitual, es decir, años en los que no se produce el Niño, se genera una mayor intensidad en la situación "normal" a la que la comunidad científica llamó la "Niña".

Tal situación de la Niña, beneficia a los pueblos costeros de la costa pacífica de Sudamérica al producirse el up welling, en español surgencias, que producen el ascenso de nutrientes desde las profundidades del mar, atrayendo a los peces, que son objeto de la pesca de esas zonas. Pero esta situación de la Niña, afecta a otras zonas de todo el Pacífico e incluso a regiones lejos de las costas de este inmenso océano.


Actualmente no sabemos con seguridad los efectos globales, que los científicos intuyen, pero lo que sabemos es que afecta  al los monzones en Asia, sin los cuales no se producen cosecha de arroz...
La alteración de la naturaleza produce cambios en ella a los que no estamos habituados o produciendo desastres, que de manera indirecta, inconscientes desencadenamos nosotros.

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